miércoles, 2 de septiembre de 2015
Sin dietas, sin ejercicios. Un truco sencillo para perder peso
No cabe duda de que la manera más eficaz de perder peso pasa por modificar nuestra alimentación. Y no hablamos sólo de comer menos, sino más bien de comer mejor. Hacer ejercicio, claro está, también ayuda, y es una costumbre saludable, no sólo para mantener nuestra línea. Pero
al margen de estas dos estrategias que todos conocemos, hay pequeños trucos que nos pueden ayudar a perder más peso sin apenas esfuerzo.
No es ningún secreto que beber agua es necesario para mantener una dieta saludable, pero sólo en los últimos años hemos conocido sus efectos reales sobre nuestro peso. En 2013 una revisión de estudios de la Escuela de Salud Pública de Berlín concluyó que existe la suficiente evidencia científica para afirmar que la ingesta de agua está relacionada con una mayor pérdida de peso. Y ahora un nuevo estudio británico nos dice cuándo y cuánto debemos beber para que ese efecto se maximice.
La nueva investigación, elaborada por científicos de la Universidad de Birmingham y publicada en la revista Obesity, asegura que para adelgazar basta ingerir medio litro de agua antes de cada comida. Y sin necesidad de cambiar nuestros hábitos alimenticios ni hacer más ejercicio del que estamos acostumbrados.
El agua del grifo es la mejor bebida para comer. (iStock)
© Externa El agua del grifo es la mejor bebida para comer. (iStock)
El experimento se realizó entre un grupo de 84 personas obesas, con una media de edad de 56 años. A 41 de los participantes se les pidió que tomaran un vaso de una pinta de agua (0,47 litros) antes de cada comida principal. A los 43 restantes se les dijo sólo que debían imaginar que estaban llenos antes de empezar a comer.
Las personas que bebieron agua antes de cada comida perdieron una media de 4,3 kg en 12 semanas. Los participantes del grupo de control (y algunas personas del otro grupo que reconocieron no haber bebido agua antes de todas las comidas) sólo perdieron una media de 0,8 kilos durante el experimento. Los investigadores, además, tomaron análisis diarios de orina, para asegurarse de que nadie mentía –algo habitual en este tipo de estudios–.
Una ayuda extra
El hallazgo más destacable de la investigación es que los efectos de la ingesta de agua se notaron con independencia del cambio de hábitos de vida de los participantes. Los científicos pidieron a los obesos que cuidaran su alimentación e hicieran ejercicio –nada que no supieran ya–, pero monitorizaron cuál había sido realmente su práctica de actividad física y cuántas calorías habían ingerido en cada comida.
En lo que respecta al ejercicio, los investigadores comprobaron que no había mucha diferencia entre ambos grupos (de hecho, los participantes que no bebieron agua antes de las comidas habían hecho algo más de de deporte). Tampoco había disparidades significativas en la composición de la dieta de ambos grupos. Sin embargo, aquellas personas que bebían una pinta de agua antes de cada comida, ingerían menos calorías en ésta que los que no lo hacían.
Este efecto parece obvio: beber agua nos hace sentirnos más llenos y, por lo tanto, tenemos menos hambre y comemos menos. Pero esta podría no ser la única consencuencia (ni siquiera la principal). Como saben todos los dietistas, es sencillo confundir la sensación de hambre con la de sed, por eso siempre se recomienda beber agua cuando se tiene apetito, para descartar esa posibilidad. Estar algo deshidratado, por tanto, podría empujarnos a comer más.
Pero la ingesta de agua podría tener un efecto adicional sobre nuestro metabolismo. Según la doctora Rebecca Muckelbauer, la autora de la revisión alemana, “el simple hecho de beber agua podría aumentar el gasto energético de nuestro cuerpo”, un efecto que se conoce como “termogénesis inducida por el agua” que debe estudiarse con mayor profusión.
Con independencia de la razón por la que el agua nos ayuda a adelgazar, parece claro que lo hace, así que no hay nada de malo en intentarlo. “La belleza de este hallazgo es su simplicidad”, explica la doctora Helen Parretti, autora principal del estudio en la nota de presentación del mismo. “Basta beber una pinta de agua tres veces al día antes de tus comidas principales para perder peso. Si se combina con unas pequeñas instrucciones sobre cómo hacer más ejercicio y comer de forma más saludable parece ayudar a las personas a perder más peso a un ritmo moderado y saludable. Y es algo que no cuesta trabajo integrar en nuestras ajetreadas rutinas diarias”.
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