jueves, 12 de junio de 2014

ANALIZANDO LA MICROSOFT SURFACE PRO 3

Microsoft ha vuelto a la carga con su plan para reinventar el portátil. Es comprensible, le va el futuro en ello. Si el PC se muere, se muere Windows y Office, se esfuma su principal negocio. Para evitarlo ha presentado el Surface Pro 3, una versión mejorada del híbrido tableta-portátil que ya conocíamos. ¿Es el Surface el portátil del futuro?

¿Qué es?

Surface Pro 3, análisis: más cerca de reinventar el portátilExpandir
Se trata del tercer intento de Microsoft por crear una nueva categoría de producto a mitad de camino ente la tableta y el portátil. Es casi tan ligero y móvil como una tableta, pero incorpora toda la potencia y software de un portátil. Es táctil, pero cuenta con Windows 8 al completo (nada de RT) y un teclado para hacer casi lo mismo que con tu laptop de toda la vida. Es, en definitiva, la propuesta de Microsoft para que en lugar de una tableta o un portátil, te compres un Surface.





¿Por qué es importante?

Es tal vez la última oportunidad de Microsoft de demostrar que el concepto del Surface, tal y como lo conocemos hoy, tiene sentido. Hasta ahora había intentado medirse cara a cara con el iPad, pero no funcionó, por la popularidad del iPad y porque ambos son productos y categorías diferentes. Ahora Microsoft posiciona el Surface como un competidor del MacBook Air, pero también como algo más amplio: su visión del portátil del futuro.

Diseño

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El Surface Pro 3 (arriba, justo delante del Pro 2) es el mejor trabajo de diseño de Microsoft en décadas, tal vez en toda su historia. Los dos anteriores Surface sirvieron más bien de ensayo para esta tercera versión, que es la más fina, ligera y potente hasta ahora.
En esencia, Microsoft ha logrado comprimir un potente portátil con procesador Intel en una tableta de solo 9,1 milímetros de grosor. Eso son 4,4 milímetros menos que el Surface Pro 2. Es también más fino que el iPad Retina (aunque no tanto como el iPad Air) y que el Macbook Air, su verdadero competidor. Y la diferencia respecto al Macbook Air no solo está en el grosor, sobre todo en el peso: 800 gramos el Surface vs. 1,08 kilos el Air de 11 pulgadas. Debajo puedes ver de un vistazo la diferencia de grosor entre ambos, incluso con el teclado del Surface acoplado.
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Del renovado diseño destacan muchos puntos, como los materiales. El Surface Pro 3, igual que el 2, está construido en magnesio, pero en un acabado plateado metálico que le da un toque premium realmente elegante. Otro acierto es la integración de los ventiladores. Demasiado ruidosos en anteriores modelos, ahora son dos finas rejillas situadas en las esquinas superiores. Una solución elegante que funciona en cuanto al ruido (apenas se oyen) pero que, al menos en la unidad que probamos, no cumplen bien su función: refrigerar el equipo. El Surface se calienta espantosamente al rato de utilizarlo, tanto en tareas sencillas como (sobre todo) intensivas (ver vídeos, jugar...).
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Surface Pro 3, análisis: más cerca de reinventar el portátil
Uno de los cambios más destacados en diseño es su bisagra trasera para abrir y cerrar el pie del Surface. Ahora permite inclinar la pantalla en cualquier posición hasta un máximo de 150 grados. Funciona a la perfección: la bisagra está reforzada respecto al Surface Pro 2 y ofrece suficiente resistencia como para no moverse en absoluto. Da igual como lo estés utilizando, tecleando sobre el regazo, sobre una mesa, en el sofá... el apoyo es ideal.
Hablando de teclado, es otro de los frentes que Microsoft ha renovado en el Surface Pro 3. El principal cambio es que el teclado Type Cover, el de teclas planas físicas, no el táctil (Touch Cover) cuenta con una banda magnética en su parte superior para acoplarse al marco de la pantalla y elevar ligeramente el teclado. Está pensado sobre todo para sostenerlo sobre el regazo. Antes era incómodo, ya que el teclado se apoyaba directamente sobre las piernas. Ahora, elevándolo unos centímetros, teclear es bastante más fácil, aunque no perfecto. Desde luego, bastante más incómodo que hacerlo en un portátil de toda la vida, a pesar del mayor tamaño del Type Cover y de su trackpad (se agradece, pero sigue siendo demasiado pequeño para utilizarlo con soltura).
Para rematar el paquete, Microsoft ha incluido un lápiz óptico mejorado (y una pequeña cinta para anclarlo al teclado) que, la verdad, funciona a la perfección con OneNote (más sobre esto debajo). Cuenta con tres botones, uno en lo alto para abrir automáticamente OneNote, y dos en los laterales para seleccionar (y editar) y borrar.
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Usando el Surface Pro 3

Si algo queda claro al utilizar el Surface Pro 3 es que el equipo es más ordenador que nunca. En las dos anteriores versiones Microsoft apostó por situar el Surface como una "tableta en esteroides", una tableta que, además, servía de portátil. Ahora le ha dado la vuelta al argumento: el Pro 3 es un portátil potente y de exquisito diseño que, si quieres, también sirve de tableta.
Lo primero es completamente cierto. El Surface Pro 3 es un laptop muy competente. Pero la cuestión es otra: ¿se puede ser un gran portátil y una gran tableta a la vez?
La disyuntiva que plantea Microsoft es similar a la que ha planteado con Windows 8: un único sistema operativo para el mundo táctil y el mundo tradicional del PC. Y ya sabemos cómo ha acabado la historia, con Microsoft dando marcha atrás en muchas nuevas funciones de Windows 8 para regresar a una versión más tradicional, más PC y menos táctil. Es muy, muy difícil (por no decir imposible) crear un híbrido (software o hardware) que sea igual de bueno como los mundos individuales que busca unir. Siempre hay sacrificios que hacer. Y esto es lo que ocurre de nuevo con el Surface Pro 3: es un portátil potente, pero no tanto para su precio como uno de verdad; es una gran tableta, pero más incómoda y cara que solo una tableta.
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Por supuesto, Surface Pro 3 aporta ventajas frente a una tableta o un portátil, la cuestión es si son suficientes para compensar las desventajas generadas al crear un híbrido. Lo bueno de haber aumentado el tamaño a las 12 pulgadas es que ahora el equipo es mucho más cómodo de utilizar como ordenador. El trackapad sigue siendo pequeño, pero bastante más manejable que antes. Teclear es también más fácil, lo haces con menos errores, especialmente sobre el regazo.
Pero si aumentas de un sitio creas problemas en otro. Es un tira y afloja entre portátil y tableta. 12 pulgadas son demasiadas para una tableta manejable, no tanto por el peso, si no por el tamaño. Sin el teclado, el Surface es una especie de tableta gigante con la que no sabes muy bien qué hacer. Con el teclado gana todo el sentido del mundo.





La mejor productividad sobre la marcha

Al orientarse más hacia el portátil, hay un terreno en el que el Surface Pro 3 es ahora mismo imbatible: productividad sobre la marcha. La potencia en especificaciones, su ligereza y el ir cargado con Windos 8 al completo, además de novedades como acceso rápido y mejorado a OneNote, hacen del Surface la mejor herramienta para trabajar sobre la marcha.
En el frente del software, la integración entre Office y One Drive es rápida e intuitiva para guardar documentos al instante. Hace que estar "encerrado" en el jardín de Microsoft merezca la pena. No vas a encontrar mejor experiencia de productividad en otro ecosistema. A eso has de añadir la posibilidad de trabajar con OneNote y el lápiz óptico como tu nuevo cuaderno de notas digital.
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Funciona a la perfección, de verdad. La pantalla reconoce tu mano si la apoyas para escribir o dibujar, de forma que no interfiere en el documento. El software reconoce al instante lo que escribes, sin errores, sin lag. Y con solo darle al botón superior del lápiz, OneNote se abre en apenas 3 segundos.
En el frente de la batería, hay también una importante mejora respecto al Surface Pro 2, que aguantaba como mucho 5 horas de uso intensivo. Durante los cuatro días que pudimos probar el Surface Pro 3, llegamos a 7 horas con navegación online intensiva (6-7 pestañas abiertas), vídeo, Office y aplicaciones de streaming como Spotify. Todo a la vez. Nada que objetar en el frente del rendimiento (eso sí, la unidad que probamos era un Core i5): el Pro 3 responde al instante tanto en el modo desktop como en Metro UI para abrir apps o trabajar en multitarea.

Nos gusta

  • Diseño: el Surface Pro 3 no es solo más ligero y bonito que nunca. Tiene detalles que lo convierten en una pequeña joya de ingeniería: la nueva bisagra, el pie de apoyo, la banda magnética del Type Cover, la ranura de ventilación, el mayor tamaño... todo esto, sumado, hace que sea un placer utilizarlo.
  • Pantalla: es probablemente la mejor decisión de Microsoft con el Surface Pro 3, moverse a una pantalla mayor de 12 pulgadas y de resolución 2560 x 1440 píxeles. Sí, eso es más que los 1.366 x 768 píxeles del MacBook Air. Y se nota. Mucho.
  • Teclado: con un poco de práctica, teclear sobre el Type Cover acaba siendo tan rápido y sencillo como en un portátil de toda la vida. Y lo mejor: casi en cualquier postura gracias al pie abatible hasta 150 grados. Con un trackpad aún mayor sería de 10.
  • Pensado para la productividad: si lo que buscas es un equipo con el que puedas trabajar sobre la marcha sin casi echar tu portátil de menos, lo has encontrado. El problema (y la clave del éxito o no del concepto Surface): no está aún listo para sustituir al portátil. No tanto por tecnología, sino por precio.
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No nos gusta

  • Precio (sin teclado): es el mayor punto negativo del Surface Pro 3. Sin teclado cuesta 799 euros/dólares (el modelo Core i3, 64 GB y 4 GB de RAM. El Core i5 con 128 GB de almacenamiento sube a 999 euros/dólares). Pero este aparato está realmente concebido para utilizar con teclado, es un portátil sobre la marcha. Añade 129 euros/dólares del Touch Cover y se te queda en 930 euros/1.030 dólares. A ese precio, un consumidor medio que dude entre comprarse un ultrabook por 1.000 euros/1.200 dólares o un Surface Por 3, lo tendrá claro: un portátil. Microsoft argumenta que el Pro 3 es un equipo premium. Perfecto si solo quieren atraer a un pequeño porcentaje de consumidores (con dinero disponible y profesionales en busca de movilidad). Pero si lo que buscan es llegar al mercado masivo, no incluir el teclado en los 799 euros/1.000 dólares es un grave error.
  • No, realmente no es una tableta: enlaza con el punto anterior. Aumentar el tamaño para crear un portátil competente hace que la tableta sea demasiado grande e incómoda. El Surface Pro 3 no es una tableta, es un nuevo concepto de portátil.
  • Se calienta (mucho): tal vez fue nuestra unidad de prueba, pero es una queja que se está repitiendo demasiado con el Pro 3. Se calienta al poco tiempo de encenderlo y solo con utilizar aplicaciones de productividad o navegar online. Si te pones a jugar o ver vídeos, se calienta mucho. Demasiado.

¿Merece la pena comprarlo?

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Como siempre, no hay una única respuesta. Ahora mismo el gran inconveniente es el precio. Por 930 euros/1.030 dólares, teclado incluido, vas a encontrar ultrabooks casi tan ligeros, más potentes y algo más cómodos para trabajar de forma intensiva. Si lo que necesitas es un nuevo portátil para utilizar durante buena parte del día, todos los días, el Surface Pro 3 no es la mejor opción.
Si estás buscando un portátil para llevar contigo a todas partes, para sacar en cualquier lugar y momento y ponerte a trabajar o ver vídeos y películas, el Pro 3 es probablemente el mejor equipo que encontrarás ahora mismo. Pero no pienses en el Pro 3 como un reemplazo del portátil. Ahora mismo sigue siendo un complemento. Es un portátil muy decente, pero no un equipo sobre el que quieras trabajar 8-9-10 horas diarias.
En definitiva, el Suface Pro 3 es la herramienta perfecta para usuarios muy concretos, principalmente profesionales que necesita llevar encima un portátil a todas horas. Con la llegada de la versión táctil de Photoshop, se puede convertir en algo imprescindible para fotógrafos, por ejemplo. Para el resto, para el usuario de a pie que busca un portátil potente en el hogar o para trabajar, el Surface Pro 3 se queda corto. Solo depende de Microsoft que no sea así: con teclado incluido en el precio, precio más ajustado (700 euros de base, mayor potencia a mejor precio) y pequeñas mejoras en hardware (trackpad mayor, resolver problema de calentamiento...), el Surface sería sin duda el laptop del futuro. Ahora mismo, sí está más cerca de reinventar el portátil, pero solo se ha acercado un poco más. Aún le queda un buen trecho por recorrer.

Especificaciones de la unidad de prueba

  • Pantalla: 12 pulgadas, 2160 x 1440
  • Procesador: Intel Core i5 Haswell
  • Gráfica: Intel HD Graphics 4000
  • Memoria: 8 GB
  • Almacenamiento: 256 GB SSD
  • Puertos: Un puerto USB 3.0, ranura microSDXC, entrada de auriculares, puerto Mini DisplayPort
  • Dimensions: 292 x 201 x 9,1 mm
  • Peso: 800 gramos

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